🎤 NAS: El Profeta del Rap de Queensbridge

 📍 Desde Queensbridge al Olimpo del Hip Hop

Cuando se habla de leyendas vivas del hip hop, el nombre de Nas (Nasir Jones) siempre está grabado en mayúsculas. Nacido el 14 de septiembre de 1973 en Brooklyn, Nueva York, y criado en el infame proyecto de viviendas Queensbridge Houses, Nas creció respirando jazz, poesía callejera y supervivencia. Hijo del músico de jazz Olu Dara, su destino parecía estar entre notas y versos. Pero fue en el crudo y vibrante mundo del rap de los 90 donde forjó su camino hacia la inmortalidad.

En 1994, Nas lanzó "Illmatic", considerado por muchos el mejor álbum de rap de todos los tiempos. Con solo 20 años, deslumbró al mundo con una madurez lírica única, pintando con palabras la vida en Queensbridge. Tracks como "N.Y. State of Mind", "The World Is Yours" y "Life's a Bitch" se convirtieron en himnos.

La producción contó con titanes como DJ Premier, Pete Rock y Q-Tip, y el álbum fue un parteaguas en la historia del rap: inteligente, introspectivo y poético. “Illmatic” no solo redefinió la lírica en el hip hop, sino que posicionó a Nas como el heredero del trono de Rakim y el eslabón perdido entre la vieja y nueva escuela.

Pese al éxito crítico de “Illmatic”, sus siguientes álbumes no tuvieron el mismo impacto. “It Was Written” (1996) fue más comercial, y aunque vendió más, generó división entre los fans. En los 2000, su fama tambaleó entre colaboraciones tibias, decisiones discográficas cuestionables y la pérdida de dirección artística.

Pero el momento más mediático de su carrera vino con su rivalidad con Jay-Z, iniciada en 2001. Las agresivas diss tracks que intercambiaron (especialmente "Ether", considerada uno de los mayores golpes líricos de la historia del rap) marcaron una era. Para muchos, Nas ganó esa batalla, devolviéndole relevancia y respeto.

⚰️ Muertes en su entorno y momentos oscuros

Su carrera ha estado marcada por la pérdida. Su madre, Ann Jones, falleció de cáncer en 2002, justo cuando él terminaba el álbum “God’s Son”. El dolor se sintió en cada verso del disco, que se convirtió en uno de los más personales de su carrera.

Además, su relación tumultuosa con la cantante Kelis, con quien se casó y luego se divorció, fue ampliamente expuesta. Las acusaciones de violencia doméstica dañaron su imagen y mostraron un lado oscuro de la leyenda. A nivel artístico, también enfrentó el desgaste de una industria que cambiaba rápidamente, y por momentos fue considerado un "dinosaurio" del boom bap.

Nas nunca desapareció por completo. Con el paso del tiempo, su figura se volvió casi mítica. En 2020, sorprendió al mundo con el lanzamiento de “King’s Disease”, producido por Hit-Boy, que lo llevó a ganar su primer Grammy (¡sí, increíblemente tardío!). A partir de ahí, publicó una trilogía de alto nivel con “King’s Disease II” y “Magic”, mostrando que su pluma seguía afilada.

No solo se reinventó artísticamente, sino también financieramente: se convirtió en un inversionista exitoso en compañías como Coinbase, mostrando que el Nas de los 90 era ahora un magnate del siglo XXI.

Nas no solo representa el lirismo callejero; representa una forma de ver el mundo con poesía, crudeza y elegancia. Su influencia atraviesa generaciones: desde Kendrick Lamar hasta J. Cole, todos beben de su legado. En 2023, fue homenajeado en la ceremonia del 50 aniversario del hip hop, y su nombre sigue retumbando como uno de los pilares del género.

Para muchos, Nas es el Bob Dylan del rap, un cronista de su tiempo que puso belleza en el caos urbano. Y aunque nunca fue el más comercial, su autenticidad es su legado más imperecedero.