jueves, 19 de junio de 2025

Diosas del Hype: Guitarristas sobrevaloradas del rock”



En un mundo del rock donde la distorsión se vuelve religión y el ego se cuelga como medalla, hay nombres que han sido elevados a los altares sin merecer ni una estrofa en una banda de garaje. ¿Y si te dijéramos que varias guitarristas, en medio de la moda y la corrección política, están más arriba de lo que su técnica o aportes justifican? Prepárate para abrir los oídos y cerrar el fanatismo: estas son algunas guitarristas que, aunque talentosas, el marketing y la prensa las han inflado como globo de cumpleaños.



1. St. Vincent (Annie Clark)
¿Arte o pose?


La reina del indie-art rock. Se le ha comparado con Bowie, Prince y Zappa (sí, así de exagerado). Su imagen es brutal, su puesta en escena es enigmática, pero si quitamos la producción de estudio y los filtros de experimentación, su técnica guitarrera está lejos de ser legendaria. Sus solos parecen más ejercicios de estética que explosiones de poder o feeling. Es buena compositora, pero como guitarrista… sobrevalorada hasta la médula.




2. Orianthi
Virtuosa sin alma


Toca rápido, sí. Tocó con Michael Jackson, sí. ¿Pero alguien recuerda un riff suyo icónico o un solo que haya estremecido el mundo del rock? Orianthi es una bestia técnica, pero su estilo suena más a videoclip de patrocinio de guitarras que a expresión real. Mucha destreza, poco legado. Es más producto de exhibición que de revolución.




3. Nita Strauss
El trueno sin trueno


Alice Cooper le dio cancha, Ibanez le dio contratos, y las redes sociales hicieron el resto. Nita tiene técnica, una presencia escénica feroz y parece invencible en videos de Instagram. Pero la gran pregunta: ¿qué ha dejado musicalmente que no pueda hacer un estudiante promedio de guitarra en modo shred? Su discografía en solitario es olvidable. Cero hooks, cero alma. Mucho músculo, poco espíritu.




4. Jennifer Batten
La sombra de Jackson


Jennifer es otra velocista de la guitarra que fue puesta bajo los reflectores por acompañar a Michael Jackson y Jeff Beck. Pero no confundamos acompañamiento con impacto musical. Sus álbumes en solitario son más ejercicios de laboratorio que himnos del rock. Técnica no es igual a trascendencia.




5. Lita Ford
Leyenda por nostalgia


Sí, fue una pionera. Sí, fue parte de The Runaways. Pero su carrera solista se basa más en actitud y en la historia que en riffs inmortales. “Kiss Me Deadly” y el dueto con Ozzy sobreviven como reliquias ochenteras, pero no hay una evolución guitarrera real ni una huella profunda. Lita fue buena en su tiempo, pero ha sido más un ícono de la industria que una guitarrista relevante con el paso de las décadas.




¿Merecen reconocimiento? Claro. ¿Están en la cima correcta? No.
El problema no es que estas guitarristas sean malas. Para nada. Es que muchas veces el reconocimiento llega por razones ajenas a la guitarra: imagen, marketing, escándalo, género o nostalgia. La prensa muchas veces prefiere inflar iconos en lugar de escarbar talento real en las sombras.


Y mientras tanto, guitarristas como Laura Pleasants (Kylesa), Marissa Paternoster (Screaming Females) o Marnie Stern siguen cortando cabezas con creatividad real y sin tanto foco mediático.


JUNKIES SOUND
Que el rock ruja con verdad, no con prensa inflada.

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