Creció en Los Ángeles empapada del espíritu del rock. Desde niña tomó una guitarra –a los 11 años empezó a componer– y a los 15 ya “abandonó la escuela secundaria sabiendo que quería estar en una banda de rock” Para ella, la música era “lo único que la mantenía motivada” en la vida, Influenciada por la crudeza de Nirvana y el folk clásico de Joni Mitchell o Stevie Nicks, Armstrong tocó música folclórica en bandas de colegio antes de conocer en 2002 a Siouxsie Medley, otra guitarrista amante del grunge y el blues setentero. Juntas comenzaron a escribir canciones al año siguiente, y en marzo de 2005 dieron su primer concierto como dúo –entonces llamados Epiphany– en el club The Mint de Los Ángeles, donde Emily incluso tocó el bajo en vivo. Poco después cambiaron su nombre por Dead Sara (inspiradas en una letra de Fleetwood Mac que interpretaron como “dead Sara”), y siguieron formándose en el circuito local con la mezcla de hard rock y ritmos punk blues que las caracterizaría.
El nacimiento de Dead Sara
A partir de 2007 el dúo se amplió para formar la alineación clásica de Dead Sara. Tras varias rotaciones, en 2009 la batería pasó a ser Sean Friday y el bajo quedó en manos de Chris Null, ambos veteranos que habían tocado con Sonny Moore (Skrillex). Ese mismo año Emily ya recibía reconocimientos de iconos del rock: Grace Slick la mencionó como una voz admirada en una entrevista de Wall Street Journal, y Courtney Love la invitó a Nueva York para grabar coros en el álbum Nobody’s Daughter (2010) Mientras tanto la banda empezaba a ganar tracción: en 2007 abrió su primera gira acompañando a Endless Hallway y, un año después, publicó el EP The Airport Sessions
En 2010 Emily y Siouxsie fundaron su propio sello independiente, Pocket Kid Records, para lanzar material propio. Con ese apoyo autoprodujeron en abril de 2012 su disco debut homónimo Dead Sara, con el productor Noah Shain. El álbum –mezcla de guitarras densas y la voz desgarradora de Emily– fue un suceso underground: alcanzó el #16 en la lista Heatseekers de Billboard, y pronto el sencillo “Weatherman” se volvió su carta de presentación.
El estallido con “Weatherman” y el álbum debut
El gran salto de Dead Sara llegó gracias a “Weatherman”. Según cuenta la banda, un programador radial vio a Dead Sara en un showcase y pospuso la proyección de un documental de Staind para escuchar su música. De regreso a Connecticut, el DJ Mike Karolyi puso “Weatherman” sin que estuviera oficialmente editada: la canción llegó al #2 anual del conteo Top 69 de su estación en 2011. Al año siguiente la banda la lanzó como sencillo adelanto, y el álbum Dead Sara vio la luz en abril de 2012
El disco –recibido con elogios por su sonido crudo y emocional– consolidó a la banda en la escena alterna. “Weatherman” incluso apareció en un comercial del Fiat 500 Abarth Burnin’ Up the Desert, mientras Dead Sara recogía premios de mejor banda nueva en Vegas Rocks! (2012) y menciones honoríficas en varios críticos. Loudwire, por ejemplo, la eligió como la Mejor canción de rock de 2012, y situó a Armstrong entre las diez vocalistas top del año. En pocos meses Dead Sara pasó de tocar en clubes a telonear a figuras como Muse –en su gira mundial de 2013–, Bush (2011), Chevelle, The Used, The Offspring y Neon Trees.
Historias.
En la ruta, Dead Sara generó momentos únicos. Durante el Sunset Strip Music Festival de 2012, Emily subió al escenario con Ray Manzarek y Robby Krieger de The Doors para interpretar juntos “Soul Kitchen”, escena que la prensa rockera destacó como un instante emblemático. Para el video de su canción “Lemon Scent” (2013), la banda organizó un peculiar rodaje en un estudio de Los Ángeles: bajo la dirección de Reg B., los miembros de Dead Sara y un grupo de fans voluntarios simularon un combate de boxeo privado. El clip –en el que se ven puñetazos y patadas entre guitarras– se estrenó en la web de Rolling Stone el 14 de marzo de 2013. Estos ejemplos subrayan el carisma escénico de Emily: incluso antes de un gran álbum, su “voz poderosa y carisma en el escenario” llamaron la atención de críticos y público.
Independencia y cambios recientes
Tras los primeros éxitos, Dead Sara vivió su propia travesía. A principios de 2014 entró al estudio con Noah Shain para el segundo disco, pero problemas con Epic Records retrasaron el proyecto. En su lugar, Dead Sara optó por la autoproducción: en marzo de 2015 lanzaron Pleasure to Meet You a través de Pocket Kid Records, financiado parcialmente vía la plataforma PledgeMusic. El álbum siguió la vena rockera del debut, pero tras la gira promocional el bajista Chris Null dejó la banda, regresando el trío original (Armstrong, Medley, Friday) a sus orígenes.
En 2017 la banda firmó un breve contrato con Atlantic Records y sacó el EP Temporary Things Taking Up Space (2018). En 2020 Emily publicó el single “Hands Up” y, finalmente, en septiembre de 2021 salió su tercer álbum Ain’t It Tragic. A lo largo de estos años Dead Sara ha alternado el trabajo independiente con pasos por grandes sellos, siempre manteniendo una fuerte conexión con sus fans (los mismos que han participado en videos y campañas de la banda).
Y entonces… Linkin Park
En mayo de 2024, una bomba sacudió al mundo musical: Emily Armstrong fue confirmada como la nueva vocalista de Linkin Park. Tras años de duelo por Chester Bennington, la banda buscaba algo más que un reemplazo: querían un nuevo capítulo. Y lo encontraron en ella.
No fue improvisado. Mike Shinoda había seguido su carrera desde “Weatherman”. Las sesiones privadas de 2023 confirmaron lo inevitable. Un teaser en redes, con Emily interpretando “One Step Closer” en estudio, selló la aprobación de los fans: no imitaba a Chester, imponía su propia energía. Cruda, emocional, rabiosa.
Exactamente lo que Linkin Park necesitaba para volver a ser peligroso.
Ahora, con un nuevo álbum en camino y una gira mundial programada para 2025, Emily Armstrong no solo lidera su propia banda. Lidera una generación. Como dijo Mike en una entrevista reciente:
“Emily es fuego puro. Tiene el alma punk, la energía grunge y la actitud que Linkin Park necesitaba para volver a sentirse vivo.”
El legado está más vivo que nunca
Emily Armstrong representa todo lo que el rock necesita: autenticidad, pasión, rabia con causa. Desde los bares de Los Ángeles hasta los estadios del mundo, ha escalado sin venderse. No llegó para calzar los zapatos de nadie. Llegó a romperlos.
Y lo mejor… es que apenas está comenzando.
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