En un mundo donde los reflectores siempre apuntan hacia los mismos nombres —Hendrix, Clapton, Slash— existe un ejército de guitarristas que, con igual o mayor técnica, pasión y propuesta sonora, siguen navegando por las sombras del reconocimiento masivo. Son los virtuosos infravalorados, esos alquimistas de las seis cuerdas que merecen ocupar tronos que aún les son negados.
🎵 1. Ronnie Le Tekrø (TNT)
Desde Noruega, este titán del shred mezcló escalas locas con melodías que parecían salidas de otro planeta. Técnicamente brillante, Ronnie llevó al hard rock escandinavo a otro nivel, pero la industria nunca le dio su lugar entre los grandes.
Fusión de metal progresivo, armonía beatlelesca y grooves funky, Tabor ha creado algunos de los riffs más innovadores y emotivos del rock alternativo. Su toque, su tono saturado pero melódico, y su enfoque de producción son pura clase... pero aún sigue siendo una joya escondida.
Oscuro, técnico y teatral. Denner ayudó a definir el sonido del metal ocultista, con solos cargados de tensión y escalas exóticas. Mientras otros guitarristas del metal se hicieron íconos, Denner fue eclipsado por la figura de King Diamond. Injustamente.
Si hablamos de peso, blues y oscuridad, John Christ fue la columna vertebral del sonido Danzig en los primeros discos. Un híbrido entre Iommi y Page, nunca se le dio el crédito por crear ese muro sonoro de riffs apocalípticos que marcaron una era.
🎵 5. Paul Masvidal (Cynic, Death)
Uno de los pioneros en llevar el jazz fusión y el metal extremo a un mismo lugar. Su trabajo en "Human" de Death y en "Focus" de Cynic es de otro mundo. Virtuosismo con alma y filosofía. Infravalorado por no encajar en los moldes comerciales.
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