“Esto no es música, es nuestra vida”
En un rincón combativo del mapa sonoro español, donde el ruido no es solo distorsión sino discurso, Non Servium se alza desde hace más de dos décadas como una de las voces más crudas y contundentes del streetpunk antifascista. Formados en 1997 en Móstoles, Madrid, estos guerreros del asfalto han levantado un muro sónico donde se estrellan la rabia, el orgullo obrero y el desencanto social.
Orígenes callejeros
Nacida del underground más duro de los barrios obreros, la banda —cuyo nombre proviene del latín y significa “No serviré”— es un grito directo contra el sistema. El núcleo original lo formaron Carlos "Moro" (voz), Miguel (guitarra), Benny (bajo) y Luis (batería). Desde su primer disco, Orgullo obrero (1999), dejaron claro que su mensaje no era negociable: anticapitalista, antifascista y sin concesiones.
Discografía para la trinchera
Non Servium no solo tiene actitud: tiene un catálogo de himnos de combate. Entre sus discos más emblemáticos destacan:
Orgullo obrero (1999)
NSA (Nunca serás bienvenido) (2002)
El rodillo del Kaos (2007)
La voz de los malditos (2011)
Resurgir (2019)
Cada álbum ha sido un paso más en la evolución de su sonido, que comenzó con un streetpunk clásico con influencias Oi! y ha ido incorporando elementos del hardcore, el metal e incluso el D-beat, sin perder nunca su esencia: ser la banda sonora de la rabia colectiva.
De las calles a los escenarios del mundo
Aunque sus letras están profundamente enraizadas en el contexto español, Non Servium ha cruzado fronteras. Han tocado en Francia, Alemania, México, Colombia, Argentina y Chile, donde su mensaje ha calado entre la juventud militante y los sectores populares que ven en ellos una voz afín a sus luchas.
Sus conciertos son explosivos, tanto por la potencia de su sonido como por la entrega de su público, que corea cada tema como si fuera un mantra de resistencia. El clásico “Alerta antifascista” se ha convertido en un himno internacional del movimiento antifa.
Parón, retorno y legado
En 2017, la banda anunció una pausa indefinida. Sus seguidores temieron que fuera el final. Pero en 2019 sorprendieron con “Resurgir”, un EP de cuatro canciones grabado en los estudios Sadman, donde dejan claro que siguen siendo una máquina de guerra sonora.
Actualmente, Non Servium se encuentra activo, con presentaciones en vivo y participación en festivales de gran calibre como el Barna’n’Roll, Resurrection Fest y escenarios alternativos de América Latina.
Más que una banda: un símbolo
Non Servium no es solo música; es una declaración de principios. En una época donde muchos artistas evitan posicionarse, ellos han elegido el camino difícil: el de la denuncia, la confrontación y la coherencia. No hay contratos millonarios ni giras de estadios. Lo suyo es el sudor del local, la barricada lírica y la calle como templo.
“El odio es su bandera, la nuestra: resistencia”
Non Servium sigue sonando como una sirena de alarma en medio del conformismo. Una banda que ha sabido mantenerse fiel a sus raíces sin caer en la nostalgia. En cada acorde, en cada estribillo, hay un llamado a no rendirse, a no servir. Porque en el mundo de Non Servium, el punk no murió: simplemente se volvió más peligroso.
DISCO RECOMENDADO: El rodillo del Kaos (2007)
Una descarga brutal de riffs duros, letras incendiarias y actitud callejera. Imposible no levantar el puño.
FRASE ICÓNICA:
“Esto no es un grupo, es un grito colectivo.”
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